Llevo en mis pasos las marcas del destino, de distintos caminos, de ciertas luchas y de sus alegrías. Tal vez no tenga edad para hablar de lo que es la vida pero sin embargo la disfruto como si supiera vivirla. La mayoría del tiempo no se bien adonde voy pero tengo a alguien que me guía desde el cielo y me invita a ser feliz.
15 de noviembre de 2012
Como una huella en la arena se esfumó...
Me olvidé de él. Después de aquella noche, decidí olvidarme de todo. Todo lo vivido, todo lo soñado incluso todo lo sentido. Él me dijo " Adiós" , yo dije " Adiós a mis sentimientos. Dejé de llorar y aprendí a guardarme mis lágrimas junto con mis sonrisas, bajo llave. Fue así de simple. Tomé esa decisión Tomé la decisión de olvidarme de sus caricias, de sus besos, de sus te quiero, de sus llamadas por la noche. Olvidé cada letra de cada inicial, de cada palabra que me recordará su nombre.Lo olvidé todo, los paseos, los sueños, las miradas, olvidé incluso los saludos. También olvidé sus mentiras, sus fruncir de cejas, sus malas caras. Olvidé que el no quería quedarse olvidé sus excusas, sus rechazos. Olvidé todo. Bueno, todo lo que se puede olvidar de una persona que se te ha llevado mucho y te ha dejado muy poco. Lo olvidé tanto cómo se puede olvidar a una persona que ha dejado tal huella tan profunda en tí
De errores se aprende
Y es que, sin más, de repente, a mi mente llega un momento de inspiración, de pensar, ese momento en que comienzo a recordar cosas del pasado, y, por desgracia tú formas parte de él... Mi mente se centra en tí, apartando el resto de la etapa, y me hace recordar todos aquellos momentos, aquellas tonterías que vivíamos, únicas, todo sea dicho. Añoro tantos besos, tantas caricias que me regalabas, como me mirabas a los ojos y me suspirabas miles de "te quiero" al oído, las sonrisas que me dedicabas, lo feliz que yo era contigo, pero sobre todo lo feliz que veía que eras conmigo. Anhelo esas veces que cuando miraba tus fotos sabiendo quién eras, conociendo que me correspondías, cuando no había hecho más que conectarme y la ventanita saltaba, con un ligero saludo que acababa en una larguísima charla, cuando no hacía más que comerle la oreja a todo dios, diciéndoles lo que pasaba, cuándo comenzamos algo a escondidas, cuando de cualquier cosa sacábamos un juego, momentos en que con una mínima tontería que dijeras sonreía, como tonta, como enamorada, como una más... Se reflejan en mí cada una de las palabras que me decías, como lentamente, sin quererlo, pasaste de decirte te quiero, a dedicarme "te amo", como de repente, en una noche cualquiera, sonaba mi móvil, y me sorprendías con mensajes absurdos, que me encantaban... recuerdo muchas cosas, y pienso, ¿por qué algo que fue tan bonito tuvo que terminar? Pues dicen que todo tiene un por qué, supongo que sí, que fue maravilloso, pero que no estábamos hechos el uno para el otro, o tal vez que tú merezcas algo mejor, o lo merezca yo, tal vez lo que ocurra sea que te amaba demasiado para lo que tu sentías, que a pesar de la gran persona que eras y eres no tengas madurez para diferenciar las cosas, posiblemente el problema sea que tenga algo más de madurez y responsabilidad que tú, seguramente seamos distintos, no físicamente, sino interiormente, que tú busques un juguete, un peluche, no sé qué... ¡no es lo que yo busco, y mucho menos lo que soy! No seré muñeca de nadie; me encantaría decir que nunca lo he sido, además quedaría genial, pero no es cierto, fui tu muñeca, tu juego, tu diversión, ahora tal vez no sea nada, pero cuando para mi sea tarde yo seré para tí un deseo, porque también se dice que quien se va sin ser echado vuelve sin ser llamado...
A veces reflexiono, antes no veía tus fallos y ahora sí, tal vez no siga enamorada de tí, Te observo, te experimento, sé cuáles son tus defectos y cuáles tus virtudes, y ¡no!, no es el recuerdo lo que admiro, quizás admire que me diste lo que nadie me supo ni me ha sabido dar, lo que justamente buscaba, es que fuiste la última persona con la que me imaginé, y la que, sorprendentemente, me lo dio todo, esa que nunca se olvida, ¡pero sí se supera!
No sé, muchas veces me sentí TONTA, y lo peor es que lo fui... ¡de errores se aprende!... supongo.
A veces reflexiono, antes no veía tus fallos y ahora sí, tal vez no siga enamorada de tí, Te observo, te experimento, sé cuáles son tus defectos y cuáles tus virtudes, y ¡no!, no es el recuerdo lo que admiro, quizás admire que me diste lo que nadie me supo ni me ha sabido dar, lo que justamente buscaba, es que fuiste la última persona con la que me imaginé, y la que, sorprendentemente, me lo dio todo, esa que nunca se olvida, ¡pero sí se supera!
No sé, muchas veces me sentí TONTA, y lo peor es que lo fui... ¡de errores se aprende!... supongo.
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