Y poco a poco las fichas van cayendo.
Yo nunca estuve ahí.
Estuve, pero no estuve.
Yo nunca formé parte de ese grupo,
y si lo hice, no lo hice.
Las caras que antes sonreían
ya ni se dignan a saludarme.
Me pasan a mi izquierda
y los veo, me ven.
No me saludan,
no los saludos, porque me cansé.
Y sonrio, porque ellos no sonríen.
Duele, duele mucho.
Duele tanto que las lágrimas no salen,
se quedan ahí, en el recuerdo se risas
y no salen, las lágrimas no salen.
Las personas que creí conocer
son poco menos que unos desconocidos
cuyos nombres conozco.
Y pensar, que los contaba siempre,
siempre presente los creí.
Pero siempre fui así, igenua
Y así, ingenua sigo cayendo.
No, no son dignos de estar conmigo
O algo asi me digo.
A veces pienso que yo no soy digna,
No, no sé.
Sé que ser uno mismo tiene sus precios.
Talvez ellos no fueron los indicados,
tal vez mañana todo va a mejorar.
Tal vez - espero - el destino me lleve a algun lugar desconocido
Con gente más conocida de los desconocidos que conozco.
Y que sonrian conmigo.