18 de mayo de 2013


Y aún cuando nadie más se preocupaba por mi, ni por cómo me sentía,permanecías a mi lado tratando de subirme el ánimo. Siempre lo conseguías, pues al rato de conversar contigo aparecía una gran sonrisa en mi rostro pues tu esencia me iluminaba en lo más hondo de mi ser. Tus palabras, tus abrazos, tu compañía y tus consejos, fueron y siguen siendo la mejor medicina para mi corazón.