
Debería de asumir que ya no estás, que lo nuestro no existe, que todo es producto de mi imaginación, que yo, como muchas veces hago, me ilusiono por cualquier cosa y a la primera de cambio ya estoy soñando con algo que en realidad, no se parece nada. Siempre es igual, el mismo proceso contigo, yo me enamoro, vivo locamente enamorada, me hablas, me haces la persona más feliz del mundo, luego dejamos de hablarnos, la distancia se apodera de todo, como reina del miedo, siento que cada vez todo es más complicado pero que el amor puede luchar en mil batallas, luego ya me doy por vencida y es entonces cuando te vuelvo a ver después de tanto tiempo y me vuelves a regalar esas sonrisas que me encantan, quizás sea todo como lo he dicho de mi mente, que tu me estés sonriendo como a cualquier otra y que en realidad no haya nada. La verdad es que en estos momentos he aprendido a vivir sin ti, me siento más fuerte que nunca, con fuerte contra viento y marea, capaz de hacer cualquier cosa, es más, diría que en estos momentos no siento nada, pero me mentiría a mi misma porque se que en el interior siempre me quedó y queda algo que al verte renace. Si es que ya no me entiendo ni a mi misma.