Llevo en mis pasos las marcas del destino, de distintos caminos, de ciertas luchas y de sus alegrías. Tal vez no tenga edad para hablar de lo que es la vida pero sin embargo la disfruto como si supiera vivirla. La mayoría del tiempo no se bien adonde voy pero tengo a alguien que me guía desde el cielo y me invita a ser feliz.
9 de noviembre de 2012
Llueve y las aceras están mojadas.
Me detengo a ver como las finas gotas caen sobre mi ventana, estampadas contra el cristal, como alguien que tenía tanta fuerza pero que al chocarse contra algo la pierde por completo, y baja hacia abajo lentamente, de poco a poco, intetandose mantener lo más arriba posible, pero es inevitable, baja y cae sobre el cemento. Pocas novedades, eso es lo que hay, la verdad es que me siento bien, siento que estoy haciendo lo correcto y que gracias a eso estoy teniendo mi recompensa. Aburrida la veo a ella, "¿por qué tu y no yo?" me pregunto varias veces, y a veces escucho dentro de mi mente: "jodete, tuviste una oportunidad y la dejaste pasar, ahora se te han adelantado". Pero nadie me responde, ella sigue con su gran sonrisa y yo con otra, que puede que no sea igual de grande, pero en realidad no tengo causas por las que preocuparme, sé que no la quiere de verdad, y lo he podido comprobar no hace mucho. Mientras, pasa el tiempo, y quizás solo sea eso, tiempo para pensar... La verdad es que no te quiero, no estoy enamorada ni nada de eso, solo que me hiciste sentir tan bien aquella noche...