Hoy quiero recordar a esa gente que le importaste mucho, que te dijeron "te quiero'", para después conocer como eres realmente y dejarte; como un juguete viejo, como un trapo sucio. Te vuelves un recuerdo de esos que intentas esconder, que no quieres recordar. Muchas gracias por esas falsas esperanzas.
Siento no ser la persona que esperabas conocer, siento también no estar a tu altura, siento no ser tan superficial como tu, siento no esperar cosas de la gente, siento que hayas perdido el tiempo conmigo, siento que hayas tenido que decirme te quiero falsamente.
Pero una cosa si que es verdad, siento haber invertido mi tiempo en quererte y buscar la forma de que lo hicieras tu también.
Llevo en mis pasos las marcas del destino, de distintos caminos, de ciertas luchas y de sus alegrías. Tal vez no tenga edad para hablar de lo que es la vida pero sin embargo la disfruto como si supiera vivirla. La mayoría del tiempo no se bien adonde voy pero tengo a alguien que me guía desde el cielo y me invita a ser feliz.
30 de noviembre de 2012
MISS U.
Solemos caer, solemos tropezar, no aprendemos de los errores, nos estancamos, las piedras del camino no nos dejan avanzar, son pruebas infinitas que no acabarán nunca, que siempre van a golpear nuestras cabezas, a veces más fuerte o a veces menos.
Yo me he tropezado con una de las que te dejan "K.O"; la decisión. No se si la que he tomado es la correcta, no se si me he precipitado, no se si me lo pensé lo suficiente, lo único que se, es que las cosas son así, y que por el momento no van a cambiar.
P.D: Voy a echarlas de menos
Yo me he tropezado con una de las que te dejan "K.O"; la decisión. No se si la que he tomado es la correcta, no se si me he precipitado, no se si me lo pensé lo suficiente, lo único que se, es que las cosas son así, y que por el momento no van a cambiar.
P.D: Voy a echarlas de menos
EMPECEMOS APOSTANDO CON; POR EJEMPLO; ¿TODO?
No es imposible. Lo sabes. Tengo miedo. Pero no me rindo. Porque sé; que si sufro; fue porque me importaste. Porque sé lo que estoy apostando en esta frase. La suerte está echada. Puedo ganar o perder. No hay una tercera opción. No vale ni regatear, ni retirarse. Dejémonos de idioteces. Empecemos la apuesta. Lo apuesto todo; a que contigo; soy capaz de llegar hasta el infinito y más allá.
UN SOLO MINUTO CONTIGO Y SESENTA FORMAS DIFERENTES DE AMARTE.
+ ¿Tienes un minuto?
- Claro; dime.
+ Bueno, gracias, solo es un minuto. ¿Sabes todo lo que se puede hacer en un solo minuto?
- Un minuto es muy poco.
+ Un solo minuto puede arruinarte la vida, o todo lo contrario hacerte feliz para siempre. Pero en tu caso no sé como será. Un minuto, sesenta segundos y dos palabras que decir. Quizás, sean las dos palabras que más me cuesten decirte en toda mi vida, porque quizás sean las dos palabras más sinceras que hayan salido por esta boca. Pero allá voy, me lanzo: te quiero. Te quiero por muchas cosas. No me preguntes por qué. Es así y punto. Se me acaba el tiempo. Me quedan unos segundo para demostrarte que todo lo que te digo no es mentira. Porque en un minuto contigo podría hasta cruzar el universo. Porque en un minuto me haces feliz. Y en menos tiempo también. Porque eres una de esas personas extrañas; que entran en tu vida sin permiso y cogen las riendas de tus pensamientos. Dame un beso; un minuto y te demostraré como puedo pensar en ti de 60 formas diferentes.
Pasarán estos días, pasarán estos momentos, estos instantes, llegará el día en que las maletas de cada uno estén tan lejos que ni aún gritando se podrían escuchar. Pero siempre quedarán ahí los recuerdos, los recuerdos de lo que dicen, es una de las mejores etapas en la vida de una persona, pues en esos recuerdos, en gran parte de ellos, estará ella. La distancia llegará, los destinos se separarán pero los recuerdos… esos nadie me los podrá quitar.
29 de noviembre de 2012
28 de noviembre de 2012
Como si el mañana no existiera ;)
Son esas ganas de ponerte los cascos, darle al play, subir el volumen hasta que no se pueda más, ponerlo a tope, y levantarte de la silla que esta en frente del ordenador para saltar,y bailar, y gritar. Porque sé que cuesta, pero cuando llegas a pensar que la vida es un juego y que solo tienes que jugar bien tus cartas aprendes a pasar de las preocupaciones, a sonreír siempre, a que levantarte en cada caída, a que no te importe lo que los demás digan de ti, a poder decir lo que piensas (respetando a los demás), a querer que llegue cada sábado con ansias para pasarlo genial, y aprendes que solo hay una vida y que solo somos adolescente y tenemos 18 años una vez, y luego llegará la facultad, y seguiremos el mismo ciclo de siempre, pero este es el mejor momento de la vida, vive cada noche como si el mañana no existiera, ES VERANO! DISFRUTEMOSLO! :)
Estrena libertad un preso.
Y así, voy dejando pasar la vida. Como si de verdad el destino fuese mi única salida, como si no te quisiera, como si no tuviera la fuerza para dejarte ir. Así, otra vez me mido con la histeria de las viejas, otra vez me distingo en el amor de un topo, me cuelgo entre las heridas del pasado. Así, he dejado miles de cementerios donde entierro las promesas que jamás cumplí. Y en el afán de querer ser un héroe, voy perdiendo los placeres que me hacen sonreír. Otra vez como víctima me pregunto cuanta injusticia tuve que vivir, otra vez como un artista me conservo en la angustia sin poder salir. Por más cielo que contemple, hoy ya no se que luz seguir. Y a pesar de mis penas, de mis años, de la lucha, del engaño, no me pienso rendir. Tengo un alma ya marchita, que por mas que la reviva, hoy no sabe a adonde va. Sera real que de estos puntos, de la coma de tu olvido, de la rima de lo absurdo, flote tanta lealtad. Lealtad al sueño y a su mundo, a mis ojos en los tuyos, al camino de la verdad. Sera real haber sabido que a pesar de lo vivido, siempre aquí estaré. Con la esperanza bajo el brazo, y un mate para después. Porque a pesar de tu elegancia, de mi pobreza, de los pelos en la lengua. A pesar de tus arrebatos, de mis crisis, de tus llantos. A pesar de tu corazón, de el mío, de la vida, del destino. A pesar de que nunca te lo dije, y nunca lo dirás. De mi don de saber cuando tengo que parar. A pesar que la razón me haya ganado, que me pueda hoy alejar, a pesar de que me busques y no me quiera encontrar. A pesar de las calles que no caminamos, de los deseos que no cumplimos, de los sueños que se vencen en el cajón. A pesar de que un siempre se convierta en nunca, de que mi mirada ya no doble en tu esquina. A pesar de que te espere, de que me esperes, o de que no lo hagamos. La culpa por fin me dejo quererte, y no niego que fuiste vos. Ni que fui yo. Solo niego ese mar profundo que traspasó tu sonrisa, y animó mi interior.
26 de noviembre de 2012
24 de noviembre de 2012
Siempre estarás subiendo.
Subimos y bajamos, yo la verdad es que cualquiera cosa en la vida la asocio a las montañas rusas. La subida puede ser tan lenta y te puede dar tanto vértigo que alguna vez puedes flojear... pero no hay marcha atrás, estás encerrada la única opción que tienes es hacer parar el vagón o pararte a ti mismo, pero no, estas convencida de que puedes, de que vas a llegar a la cima, a lo más alto. Y cuando llegas eufórico disfrutas de unos segundos de las vistas que tienes, ver como estas en lo más algo, ver como hay gente que está por abajo tuyo, y por un segundo vale, te sientes bien, aunque no nos guste presumir hay veces que es verdad, nos gusta esa sensación. Pero igual que eso, en cuestión de segundos vuelves a bajar tan rápido y sin ningún freno que das botes, tu corazón se acelera, tus pulsaciones van a toda velocidad y sientes como todo lo que habías hecho lo has perdido. Pues si, la vida esta llena de estos momentos, y aunque no nos parezca verdad para que hayan buenos tienen que haber antes malos, y es que a veces unos mínimos problemas los hacemos en nuestra cabeza demasiado grandes, o quizás de verdad si que lo son, pero cundo todo esto pase recuerda:
*-Siempre estás subiendo porque
nunca parará de moverse. Y quizás no sea tan malo, quizás exista una que vaya por las nubes -*
Invisible
¿Cuántas veces has llegado a casa queriéndolo romper todo? ¿Cuántas veces has querido gritar hasta quedarte sin voz? ¿Cuántas veces has dejado llevar con tus lágrimas toda la rabia que llevabas dentro? ¿Cuántas veces te has oído decir “no va a volver a suceder”?
Y sin embargo sigue sucediendo.
Y sin embargo le sigues queriendo.
Atrás quedan las noches preguntándole a la luna por qué no te quería, las largas conversaciones que terminaban con la mirada en el suelo, el rencor en los labios y los ojos de seda a punto de reventar. Atrás queda la imagen en tu mente de ellos dos, beso tras beso, las caricias, los roces, la mirada que tú querrías mirar, los labios que desearías besar.
Todo eso ya no existe, ha desaparecido, queda en el olvido, en ese rinconcito de la mente donde llegan los recuerdos olvidables, los tachones, las manchas, las piedras en el camino. Y a pesar de que sabes que nada va a cambiar, que todo va a seguir igual, que él va a seguir igual, sigues ahí, al acecho, puedes olvidar todo lo que ha hecho pero a él… él es inolvidable.
Y él sigue, parece no darse cuenta de nada, de las miradas que le miran, de los besos que se quedan en el aire, de las lágrimas que brotan del corazón. Él sigue con otras miradas, otros besos, sigue ignorándote, ignorando tu dolor.
Y tu dolor y tu amor parecen estar relacionados, quizá a más dolor más amor.
Cuanto más daño te hace más le quieres. Y a pesar de que no ve lo que sientes, tú no lo olvidas, a pesar de que eres invisible tú no le gritas para hacerte ver.
Ahí sigues… con el dolor, con el amor, no te desprendes de ninguna cosa de las dos.
¿Un clavo saca otro clavo?

Una de esas formas es la del famoso clavo, un clavo saca a otro clavo, dicen… Pero quizá no sea así porque quizá ese clavo lo único que hace es meter el otro aún más hondo, justo darás en el sitio exacto, porque llegará el día en que unos labios vuelvan a rozarse y volverá el recuerdo de un tiempo en el que dos labios se rozaban y era maravilloso, porque llegará el día en que las miradas vuelvan a volar y volverá el recuerdo de una mirada que un día te llegó a volver loco, porque llegará el día en que una sonrisa se forme en unos labios y volverá el recuerdo de aquella sonrisa por la que un día te pasabas horas pensando en cuándo la volverías a ver.
Llegará el día en que tendrás enfrente un corazón y los recuerdos volarán tan bajo que volverás a ver el corazón por el que un día quisiste dar la vida.
Porque un clavo saca otro clavo, o quiza no, quizá todo dependa de cuan largo sea el clavo, de la intensidad en que se clave otro clavo. Porque si el clavo no se clava con suficiente fuerza lo único que pasará es que se revivirán experiencias, que volverás a un pasado que quizá ya se había marchado, que el amor y el dolor que sentiste un día volverán a reunirse y costará volver a separar.
El efecto mariposa

Piénsalo, quizás cada acto que has llevado a cabo hasta ahora te ha conducido hasta un determinado punto del que es imposible volver atrás, quizá que sonrías en este instante significa algo, quizá que muevas el dedo meñique de tu mano izquierda te acerca a tu destino, tal vez que pestañees te aleja cada vez más.
Paso a paso llegas hasta esa persona que te hace sentir desde el primer instante que es ella, la que vas a observar respirar dormida a tu lado los siguientes diez, veinte años, la que mil besos después aún te sabe igual, la que, después de mirarla cada instante de tu vida, te sigue punzando el estómago.
Quizá si hubieras tomado aquella decisión, quizá si te hubieras quedado en casa aquella noche, quizá si hubieras contestado aquella llamada. Quizá, quizá, quizá…
Piénsalo, en cualquier parte del mundo una mariposa mueve sus alas, tú giras la esquina y tropiezas con tu destino, los mirás un instante y sonreís. Sabes que darás las gracias eternamente por haber girado la esquina y no haber seguido recto. Sabes que te preguntarás toda la vida que hubiese sido de ti si hubieras continuado recto.
Piénsalo, en cualquier parte del mundo una mariposa mueve sus alas y… ya ves, tan frágil, tan simple… pensar que algo tan importante puede estar a la vuelta de la esquina.
El juego de los gatos que no quieren dormir
El vacío huye, escapa, el alma sonríe, tu… yo… y el juego de los gatos que no quieren dormir. Imagina cuantas personas habrán imaginado un juego parecido, ese en el que nos sentamos en la acera, miramos hacia arriba, a las estrellas, te cojo por la cintura para que no te escapes y te canto al oído las veces que te haría el amor. Te canto que lo haría millones de veces, no, espera, miles de millones, no, un momento… Entonces me doy cuenta que lo haría tantas veces como estrellas hay en el cielo y nos ponemos a contar, a contar… cada una de ellas es un beso, pequeños bocados que le ofrecen a la vida todo su sabor. Te doy un mordisco y te ries… me encanta tu risa, me enamoro cada vez que la escucho y si cierro los ojos puedo escucharte reír, no importa que estés a mi lado o al otro lado del mundo, te escucho y sonrio yo también.
Seguimos jugando y es entonces cuando le pido a mi nube favorita que nos de un paseo por el cielo. Baja rápidamente, esponjosa, nos ofrece una sonrisa y nos invita a subir porque dice que tiene que mostrarnos noseque cosa que ha visto en uno de sus paseos nocturnos. Se eleva lentamente y nos lleva al mar. Es la primera vez que voy contigo, y el sonido de las olas acompañando tu respiración me saca una sonrisa risueña, te acaricio el pelo y te digo te quiero, lo cual no es fácil, pues un te quiero solo sale si uno lo siente de verdad, solo sale si al mirar a la otra persona a los ojos sientes que podrías estar toda la vida así, en silencio. La nube nos señala un delfín, esta llorando, y nos cuenta que un delfín solo llora cuando le rompen el corazón, y es que el corazón es el único de enternecer hasta el alma mas dura y oscura que pueda existir. Le pido a la nube que nos lleve de vuelta, es duro ver esa imagen, tanto que me miras con tristeza, como si pensaras que algún día podrías ser tu el delfín. Quizá no quieres darte cuenta que tus lágrimas son las mías y que es imposible que caigan.
Mientras volvemos, seguimos contando estrellas, llevamos 164983, o sea, 164983 besos, cada uno distinto, cada uno único. La nube aterriza, bajamos y desaparece al instante, según me ha contado alguna vez, no le gusta ver despedidas. Y es que la nube sabe que esta noche aquí solo se quedara uno, yo. Te miro y me quedo a milímetros de ti, sin besarte, quiero sentir tus suspiros por ultima vez, luego un beso bañado en lágrimas, ya sabes, si lloras tu, lloro yo. Nos miramos y sin decir nada prometemos volver algún día a contar estrellas, ellas lo saben y se van a descansar. Volverán todas cuando nosotros volvamos porque saben que cada una es un beso y les encanta vernos besarnos.
Me duermo sin querer y dejo de imaginar, dejo de jugar al juego de los gatos que no quieren dormir, ese en el que tu y yo somos uno, en el que nos besamos, en el que nos queremos. Llegara el día en el que construyan nubes y podamos subir para dar un paseo, mientras, contemos estrellas y demonos un beso con cada una de ellas, porque eso tu… yo… podemos hacerlo sin dudar.
Amor del destino

Un día todo cambió. Las sonrisas se apagaron y a ella le pareció cansar su amor, le dijo un simple adiós, nada más, como si esa fuera la mejor manera de cerrar todas las miradas que habían dicho te quiero, de silenciar sus labios, como si un simple adiós fuera la mejor manera de no matar un corazón.
Pasó el tiempo. Otros labios, otras miradas a las que mirar, otras pieles a las que acariciar, otros corazones de los que enamorarse.
Aunque ninguno como aquel...
Él lo sabía y… ella también.
Y entonces ocurrió.
Una fría noche de invierno. A pesar del paraguas, las gotas de lluvia salpicaban en su cara. No había nadie en la calle, es lo que tienen los pueblos pequeños, en invierno todos están en sus casas, al calor del fuego, al calor de aquellos que les quieren. Fue entonces cuando la vio. En su misma acera, a veinte metros más adelante. No sabía qué hacía allí, hacía meses que se había marchado. Su cabeza le decía que tenía que agachar la cabeza e ignorarla.
Pero ignoró a su cabeza.
Y ella también.
Aceleraron el paso y cuando ya estaban lo suficientemente cerca apartaron los paraguas y se dieron un beso suave, dulce, eterno. Un beso con el que olvidar lo que había pasado, con el que hacer callar las voces que día a día les recordaban que habían cometido un error.
ella haberse marchado.
Él dejarla marchar.
Y quizá solo una cosa pudo hacer que el llanto y el dolor se esfumaran de esa manera. Quizá el destino…
Porque si el destino tiene preparado que dos personas estén juntas no se puede hacer nada. Quizá un día se apagará el amor, quizá un día marchen cada uno por su lado, quizá el silencio aparezca en su vida. Pero un día tendrán que volver, simplemente porque lo ha dicho el destino, la llama se encenderá de nuevo, se volverán a encontrar y las miradas y sonrisas volverán a aparecer. Si el destino dice que dos personas tienen que estar juntas, tarde o temprano lo estarán, porque se moverán las fichas, se jugarán las cartas y el amor se encenderá justamente cuando esas dos personas se encuentren.
No se si nos viene bien que esto siga intacto en mil pedazos y que aun no logre romperse, es que no queremos engañarnos, tú sigues ahí, yo sigo ahí...
Lo único que se es que sigues ahí, sin esperarme...
Podríamos ver caer la luna hasta el subsuelo y aun así seguir estando igual.
Podríamos volver a cruzarnos y gastarnos miles de miradas en un segundo y reírnos hasta acabarnos la risa a gotas.
Podríamos perder el tiempo y sin embargo el tiempo nos perderá al enviarnos por diferentes caminos.
La más dulce pena.
Somos el libro viejo que se sienta a esperar en el rincón de la biblioteca, una especie de vestido que está listo pero sin un rehén. El aire que no se siente en una tarde soleada, un reloj sin cuerdas, un mar de dudas. El displacer de no decir nada y a la vez todo, la inseguridad de no querer ser querido, la espera de lo inevitable. Somos ese "algún día" que nunca de concretó. Esa combinación perfecta de poder, y pensar que no. La resistencia del orgullo, la barrera y el silencio, la prohibición de la conciencia. Somos la decisión que nunca se tomó, el sueño que se abandonó, la lucha que se perdió. Somos como una rosa marchita, como un cuento de viejas, como ilusión de adolescente. Una materia previa, un sin fin de excusas, una búsqueda implacable. Somos la personalidad bipolar, la histeria joven, el llanto del niño. Lo que nunca se dijo, lo que todos sabemos. Evasión del miedo, dolor sin síntoma, sabor a anestesia. Somos lo que vemos a los ojos, lo que escuchan nuestros oídos, lo que niega el corazón. Somos nada, a la vez todo. Esa extraña sensación de una batalla sin lucha, de una vida sin tiempo. Esperanza sin promesas, te quiero sin palabras. Un camino sin huellas, un teatro sin pueblo, una guardia en alto. Instrumento sin maestro, fútbol sin Diego, un mundo sin cielo. Una mujer sin convicciones, un cobarde que no sabe ganar. Somos lo que nunca se dio lo que tal vez nunca se dará. Sin embargo acá me tenes, porque sin vos no somos y yo, quiero un mundo con vos.
Quién lo diría, los débiles de veras nunca se rinden.
Después de todo he decido que a pesar de lo vivido voy a seguir de píe. Porque sin ese sueño inalcanzable la vida ya no tendría sentido, porque sin un amor no correspondido la vida no tendría riesgos. Porque lo perfecto de la vida es justamente lo imperfecto. Porque estando acá, sin nada para dar. Así incluso en mi pobreza, tengo mucho para dar. Hay un par de promesas cumplidas que todavía no las cumplí, hay un par de intentos que no me dejan seguir. ¿Cuando será el día en que la vida me tire un centro? No me importa ya saberlo, descubrí que en la vida uno no tiene que buscar la felicidad, sino caminarla. Porque en el camino se encuentra la verdad. Quiero empezar de nuevo, cambiarme hasta el nombre, viajar a Tokio en sueños, y disfrutar de las fantasías. Quiero descubrir el placer de la vida, valorar lo necesario y nunca perder la sonrisa. Necesito nuevas decisiones para seguir adelante, serán las nuevas direcciones de mi destino.
Hay cosas que Dios permite para forjar nuestro carácter pero hay otras que solo son consecuencias de nuestras malas decisiones.
21 de noviembre de 2012
Y es que yo quiero ser el que nunca olvida tu cumpleaños
Quiero que seas mi rosa y mi espina aunque me hagas daño
Quiero ser tu carnaval, tus principios y tus finales
Quiero ser el mar dónde puedas ahogar todos tus males.
No hay desgracia más atroz en la vida del humano,
que ampararse en el desgano por ocultar su razón;
Al que vive del ayer jamás le llega un mañana,se envuelve solo y se afana por conservar la distancia;
la grasa se pone rancia a fuerza de estar colgada.
También está el que de apuro del presente se ha olvidado. Vive siempre fatigado por alcanzar el mañana;
hoy se queda con las ganas y mañana con pasado.
De las dos formas de vida ninguna es buena a mi ver. Que el que guarda va a tener cosas,es ya muy sabido.
Pero en las horas perdidas jamás se encuentra un después.
La vida, la vida es sólo presente. El futuro es esperanza. Es bueno tener constancia y mirar con claridad.
Si el hoy es conformidad mañana es perseverancia.
Y que al final es lo mismo, porque hay relinchos lindo y de lo otro. Igual que las flores.Usted alguna vuelta miró a las flores? Una vez mirando a los bichos en el campo observé que las abejas y las mariposas
no eligen las flores más bonitas para pararse arriba de ellas. De ahí aprendí que lo lindo debe estar adentro.
Igual que en el relincho. ♥
20 de noviembre de 2012
Se termina el año. Se viene navidad y año nuevo, saber que todos brindan por lo que han alegrado sus días... y por las cosas malas que los han hecho fuertes. Saber que extrañarás amigos será lo peor de este año, yo en lo personal extrañaré a un montón ya que no sé a donde los llevará la vida. Así es... le tengo miedo al futuro, algunas personas cambiarán y quizá ni nos envíen un mensaje que diga ''Hola, tanto tiempo, ¿no?'' Quizá algunas personas nos olviden rápidamente y otras que les costará un montón. Pues... ¿sabes? Este año para mí fue perfecto, conocí a muchas personas que me alegraron la vida, otras no tanto. Pero así se trata la vida, ¿no? Conocer personas e intentar ser amigos. Pero no digo cambiar tu forma de ser, quiero decir a ACTUAR NORMAL frente a esa persona, y si no te acepta ¿qué importa? Hay más de un millón de personas que quisieran conocerte.
Ahora solo quiero decir: Disfruta de lo que queda del año con las personas que amas, no pierdan su tiempo en peleas idiotas. Piensen en el futuro, ¿qué hay si el año entrante no se ven? ¿Y si se muda a otra ciudad o país? Piensen en el futuro no muy lejano... no piensen en VARIOS AÑOS; piensa en uno o dos años. ¿Qué ves? ¿Te imaginas a ti con esas amigas riendo? ¿O estar con otras amigas? O sea, disfruten de la vida... porque quizá en algunos años ya ni facebook habrá, ¿cómo te comunicarás con aquella persona? Vivan la vida ahora, que NO hayan peleas... porque cuando quieras recordar el año ya se ha terminado.
18 de noviembre de 2012
LA DISTANCIA DE LOS CORAZONES
Un día, Meher Baba preguntó a sus mandalíes:
- ¿Por qué las personas se gritan cuando están enojadas?
Los hombres pensaron durante unos momentos.
- Porque pierden la calma- dijo uno-, por eso se gritan.
- Pero, ¿por qué gritar cuando la otra persona está a tu lado? –Preguntó Baba-. ¿No es posible hablarle en voz baja? ¿Por qué gritas a una persona cuando estás enojado?
Los hombres dieron algunas otras respuestas, pero ninguna de ellas satisfacía al maestro Meher Baba. Finalmente, él explicó:
- Cuando dos personas están enojadas y discuten, sus corazones se alejan mucho. Para cubrir esta distancia, deben gritar para poder escucharse. Mientras más enojadas estén, más fuerte tendrán que gritar para escucharse la una a la otra a través de esa gran distancia.
Luego, Baba preguntó:
- ¿Qué sucede cuando dos personas se enamoran? Pues que no se gritan, sino que se hablan suavemente, ¿por qué?... Sus corazones están muy cerca. La distancia entre ellas es muy pequeña.
Los discípulos lo escuchaban absortos y Meher Baba continuó:- Cuando se enamoran más aún, ¿qué sucede? Los enamorados no hablan, sólo susurran y se acercan más en su amor.
- ¿Por qué las personas se gritan cuando están enojadas?
Los hombres pensaron durante unos momentos.
- Porque pierden la calma- dijo uno-, por eso se gritan.
- Pero, ¿por qué gritar cuando la otra persona está a tu lado? –Preguntó Baba-. ¿No es posible hablarle en voz baja? ¿Por qué gritas a una persona cuando estás enojado?
Los hombres dieron algunas otras respuestas, pero ninguna de ellas satisfacía al maestro Meher Baba. Finalmente, él explicó:
- Cuando dos personas están enojadas y discuten, sus corazones se alejan mucho. Para cubrir esta distancia, deben gritar para poder escucharse. Mientras más enojadas estén, más fuerte tendrán que gritar para escucharse la una a la otra a través de esa gran distancia.
Luego, Baba preguntó:
- ¿Qué sucede cuando dos personas se enamoran? Pues que no se gritan, sino que se hablan suavemente, ¿por qué?... Sus corazones están muy cerca. La distancia entre ellas es muy pequeña.
Los discípulos lo escuchaban absortos y Meher Baba continuó:- Cuando se enamoran más aún, ¿qué sucede? Los enamorados no hablan, sólo susurran y se acercan más en su amor.
Finalmente no necesitan siquiera susurrar, sólo se miran y eso es todo.
LA PARÁBOLA DEL MATRIMONIO
Cuenta una vieja leyenda de los indios Sioux que una vez llegaron hasta la tienda del viejo brujo de la tribu, tomados de la mano, Toro Bravo, el más valiente y honorable de los jóvenes guerreros, y Nube Alta la hija del cacique y una de las más hermosas mujeres de la tribu.
- Nos amamos - empezó el joven.
- Y nos vamos a casar - dijo ella.
- Y nos queremos tanto que tenemos miedo. Queremos un hechizo, un conjuro, un talismán. Algo que nos garantice que podremos estar siempre juntos. Que nos asegure que estaremos uno al lado del otro hasta encontrar a Manitú el día de la muerte.
- Por favor - repitieron - ¿hay algo que podamos hacer?
El viejo los miró y se emocionó de verlos tan jóvenes, tan enamorados, tan anhelantes esperando su palabra.
- Hay algo...- dijo el viejo después de una larga pausa -. Pero no sé...es una tarea muy difícil y sacrificada.
- No importa - dijeron los dos-. Lo que sea - ratificó Toro Bravo.
- Bien -dijo el brujo-. Nube Alta, ¿ves el monte al norte de nuestra aldea? Deberás escalarlo sola y sin más armas que una red y tus manos, y deberás cazar el halcón más hermoso y vigoroso del monte. Si lo atrapas, deberás traerlo aquí con vida el tercer día después de la luna llena. ¿Comprendiste?
La joven asintió en silencio.
- Y tú, Toro Bravo - siguió el brujo - deberás escalar la Montaña del Trueno; cuando llegues a la cima, encontrarás la más brava de todas las águilas y, solamente con tus manos y una red, deberás atraparla sin heridas y traerla ante mi, viva, el mismo día en que vendrá Nube Alta...¡salgan ahora!.
Los jóvenes se miraron con ternura y después de una fugaz sonrisa salieron a cumplir la misión encomendada, ella hacia el norte, él hacia el sur.... El día establecido, frente a la tienda del brujo, los dos jóvenes esperaban con sendas bolsas de tela que contenían las aves solicitadas.
El viejo les pidió que con mucho cuidado las sacaran de las bolsas. Los jóvenes lo hicieron y expusieron ante la aprobación del viejo las aves cazadas. Eran verdaderamente hermosos ejemplares, sin duda lo mejor de su estirpe.
- ¿Volaban alto?- preguntó el brujo.
- Sí, sin duda. Como lo pediste... ¿y ahora? - preguntó el joven- ¿los mataremos y beberemos el honor de su sangre?
- No - dijo el viejo-.
- Los cocinaremos y comeremos el valor en su carne - propuso la joven-.
- No - repitió el viejo-. Harán lo que les digo: Tomen las aves y átenlas entre sí por las patas con estas tiras de cuero... Cuando las hayan anudado, suéltenlas y que vuelen libres.
El guerrero y la joven hicieron lo que se les pedía y soltaron los pájaros. El águila y el halcón intentaron levantar vuelo pero solo consiguieron revolcarse en el piso. Unos minutos después, irritadas por la incapacidad, las aves arremetieron a picotazos entre si hasta lastimarse.
Este es el conjuro...
-Jamás olviden lo que han visto. Son ustedes como un águila y un halcón; si se atan el uno al otro, aunque lo hagan por amor, no sólo vivirán arrastrándose, sino que además, tarde o temprano, empezarán a lastimarse uno al otro. Si quieren que el amor entre ustedes perdure, VUELEN JUNTOS PERO JAMÁS ATADOS.
- Nos amamos - empezó el joven.
- Y nos vamos a casar - dijo ella.
- Y nos queremos tanto que tenemos miedo. Queremos un hechizo, un conjuro, un talismán. Algo que nos garantice que podremos estar siempre juntos. Que nos asegure que estaremos uno al lado del otro hasta encontrar a Manitú el día de la muerte.
- Por favor - repitieron - ¿hay algo que podamos hacer?
El viejo los miró y se emocionó de verlos tan jóvenes, tan enamorados, tan anhelantes esperando su palabra.
- Hay algo...- dijo el viejo después de una larga pausa -. Pero no sé...es una tarea muy difícil y sacrificada.
- No importa - dijeron los dos-. Lo que sea - ratificó Toro Bravo.
- Bien -dijo el brujo-. Nube Alta, ¿ves el monte al norte de nuestra aldea? Deberás escalarlo sola y sin más armas que una red y tus manos, y deberás cazar el halcón más hermoso y vigoroso del monte. Si lo atrapas, deberás traerlo aquí con vida el tercer día después de la luna llena. ¿Comprendiste?
La joven asintió en silencio.
- Y tú, Toro Bravo - siguió el brujo - deberás escalar la Montaña del Trueno; cuando llegues a la cima, encontrarás la más brava de todas las águilas y, solamente con tus manos y una red, deberás atraparla sin heridas y traerla ante mi, viva, el mismo día en que vendrá Nube Alta...¡salgan ahora!.
Los jóvenes se miraron con ternura y después de una fugaz sonrisa salieron a cumplir la misión encomendada, ella hacia el norte, él hacia el sur.... El día establecido, frente a la tienda del brujo, los dos jóvenes esperaban con sendas bolsas de tela que contenían las aves solicitadas.
El viejo les pidió que con mucho cuidado las sacaran de las bolsas. Los jóvenes lo hicieron y expusieron ante la aprobación del viejo las aves cazadas. Eran verdaderamente hermosos ejemplares, sin duda lo mejor de su estirpe.
- ¿Volaban alto?- preguntó el brujo.
- Sí, sin duda. Como lo pediste... ¿y ahora? - preguntó el joven- ¿los mataremos y beberemos el honor de su sangre?
- No - dijo el viejo-.
- Los cocinaremos y comeremos el valor en su carne - propuso la joven-.
- No - repitió el viejo-. Harán lo que les digo: Tomen las aves y átenlas entre sí por las patas con estas tiras de cuero... Cuando las hayan anudado, suéltenlas y que vuelen libres.
El guerrero y la joven hicieron lo que se les pedía y soltaron los pájaros. El águila y el halcón intentaron levantar vuelo pero solo consiguieron revolcarse en el piso. Unos minutos después, irritadas por la incapacidad, las aves arremetieron a picotazos entre si hasta lastimarse.
Este es el conjuro...
-Jamás olviden lo que han visto. Son ustedes como un águila y un halcón; si se atan el uno al otro, aunque lo hagan por amor, no sólo vivirán arrastrándose, sino que además, tarde o temprano, empezarán a lastimarse uno al otro. Si quieren que el amor entre ustedes perdure, VUELEN JUNTOS PERO JAMÁS ATADOS.
EL SACO DE CARBÓN
Un día, Jaimito entró a su casa dando patadas en el suelo y gritando muy molesto. Su padre lo llamó y Jaimito lo siguió, diciendo en forma irritada:
- Papá, ¡Te juro que tengo mucha rabia! Pedrito no debió hacer lo que hizo conmigo. Por eso, le deseo todo el mal del mundo, ¡Tengo ganas de matarlo!
Su padre, un hombre simple, pero lleno de sabiduría, escuchaba con calma al hijo quien continuaba diciendo:
- Imagínate que el estúpido de Pedrito me humilló frente a mis amigos. ¡No acepto eso! Me gustaría que él se enfermara para que no pudiera ir más a la escuela..
El padre siguió escuchando y se dirigió hacia una esquina del garaje de la casa, de donde tomó un saco lleno de carbón el cual llevó hasta el final del jardín y le propuso:
- ¿Ves aquella camisa blanca que está en el tendedero? Hazte la idea de que es Pedrito y cada pedazo de carbón que hay en esta bolsa es un mal pensamiento que va dirigido a él. Tírale todo el carbón que hay en el saco, hasta el último pedazo. Después yo regreso para ver como quedó.
El niño lo tomó como un juego y comenzó a lanzar los carbones pero como la tendedera estaba lejos, pocos de ellos acertaron la camisa.
Cuando el padre regresó, le preguntó:
- Hijo, ¿qué tal te sientes?
- Cansado, pero alegre. Acerté algunos pedazos de carbón a la camisa.
El padre tomó al niño de la mano y le dijo:
- Ven conmigo quiero mostrarte algo.
Lo colocó frente a un espejo que le permitió ver todo su cuerpo... ¡Qué susto! Estaba todo negro y sólo se le veían los dientes y los ojos. En ese momento el padre dijo:
- Hijo, como pudiste observar la camisa quedó un poco sucia pero no es comparable a lo sucio que quedaste tú. El mal que deseamos a otros se nos devuelve y multiplica en nosotros. Por más que queremos o podamos perturbar la vida de alguien con nuestros pensamientos, los residuos y la suciedad siempre quedan en nosotros mismos.
- Papá, ¡Te juro que tengo mucha rabia! Pedrito no debió hacer lo que hizo conmigo. Por eso, le deseo todo el mal del mundo, ¡Tengo ganas de matarlo!
Su padre, un hombre simple, pero lleno de sabiduría, escuchaba con calma al hijo quien continuaba diciendo:
- Imagínate que el estúpido de Pedrito me humilló frente a mis amigos. ¡No acepto eso! Me gustaría que él se enfermara para que no pudiera ir más a la escuela..
El padre siguió escuchando y se dirigió hacia una esquina del garaje de la casa, de donde tomó un saco lleno de carbón el cual llevó hasta el final del jardín y le propuso:
- ¿Ves aquella camisa blanca que está en el tendedero? Hazte la idea de que es Pedrito y cada pedazo de carbón que hay en esta bolsa es un mal pensamiento que va dirigido a él. Tírale todo el carbón que hay en el saco, hasta el último pedazo. Después yo regreso para ver como quedó.
El niño lo tomó como un juego y comenzó a lanzar los carbones pero como la tendedera estaba lejos, pocos de ellos acertaron la camisa.
Cuando el padre regresó, le preguntó:
- Hijo, ¿qué tal te sientes?
- Cansado, pero alegre. Acerté algunos pedazos de carbón a la camisa.
El padre tomó al niño de la mano y le dijo:
- Ven conmigo quiero mostrarte algo.
Lo colocó frente a un espejo que le permitió ver todo su cuerpo... ¡Qué susto! Estaba todo negro y sólo se le veían los dientes y los ojos. En ese momento el padre dijo:
- Hijo, como pudiste observar la camisa quedó un poco sucia pero no es comparable a lo sucio que quedaste tú. El mal que deseamos a otros se nos devuelve y multiplica en nosotros. Por más que queremos o podamos perturbar la vida de alguien con nuestros pensamientos, los residuos y la suciedad siempre quedan en nosotros mismos.
Ten mucho cuidado con tus pensamientos porque ellos se transforman en palabras.Ten mucho cuidado con tus palabras porque ellas se transforman en acciones.Ten mucho cuidado con tus acciones porque ellas se transforman en hábitos.Ten mucho cuidado con tus hábitos porque ellos moldean tu carácter.Y ten mucho cuidado con tu carácter porque de él dependerá tu destino.
EL HUEVO Y LA NARANJA
Imaginemos un huevo crudo, una naranja, un cuchillo, y un plato. Imaginemos que cojo el huevo e intento pelarlo con el cuchillo. No podría, ¿no? Ahora imaginemos que, a pesar de no poder, sigo insistiendo, esta vez clavando la punta del cuchillo. ¿Qué pasaría? La cáscara se rompería y el contenido se derramaría.
Imaginemos ahora que cojo la naranja e intento cascarla con el borde del plato. Tampoco podría, ¿no? Y volver a imaginemos que sigo intentándolo, golpeándola y apretándola más fuerte. ¿Qué pasaría esta vez? La piel se rompería, si, pero la naranja también.
¿Cómo tendría que haberlo hecho? Cascar el huevo con el plato y pelar la naranja con el cuchillo. Parece obvio, pero…
Con las personas pasa lo mismo. Todos somos como el huevo y como la naranja, como el cuchillo y como el plato. Todos somos iguales y diferentes al mismo tiempo. Todos tenemos una cáscara, una piel que protege nuestro interior, nuestras emociones, nuestros sentimientos... Y todos tenemos un “cuchillo”, un “plato” que nos permiten conocer interiormente a las personas. Esta protección no es indestructible, pero muchas veces queremos romper esta capa de la manera equivocada, y por mucho que lo intentemos, no solo no lo lograremos, sino que lo podemos llegar a romper.
No le echemos la culpa ni al huevo ni a la naranja. No insistamos haciendo algo que no funciona. No pretendamos que cambien su naturaleza. Cambiemos nosotros. Busquemos la manera correcta de conseguir que esa persona se abra a nosotros. Utilicemos el plato para cascar el huevo y el cuchillo para pelar la naranja…
Imaginemos ahora que cojo la naranja e intento cascarla con el borde del plato. Tampoco podría, ¿no? Y volver a imaginemos que sigo intentándolo, golpeándola y apretándola más fuerte. ¿Qué pasaría esta vez? La piel se rompería, si, pero la naranja también.
¿Cómo tendría que haberlo hecho? Cascar el huevo con el plato y pelar la naranja con el cuchillo. Parece obvio, pero…
Con las personas pasa lo mismo. Todos somos como el huevo y como la naranja, como el cuchillo y como el plato. Todos somos iguales y diferentes al mismo tiempo. Todos tenemos una cáscara, una piel que protege nuestro interior, nuestras emociones, nuestros sentimientos... Y todos tenemos un “cuchillo”, un “plato” que nos permiten conocer interiormente a las personas. Esta protección no es indestructible, pero muchas veces queremos romper esta capa de la manera equivocada, y por mucho que lo intentemos, no solo no lo lograremos, sino que lo podemos llegar a romper.
No le echemos la culpa ni al huevo ni a la naranja. No insistamos haciendo algo que no funciona. No pretendamos que cambien su naturaleza. Cambiemos nosotros. Busquemos la manera correcta de conseguir que esa persona se abra a nosotros. Utilicemos el plato para cascar el huevo y el cuchillo para pelar la naranja…
17 de noviembre de 2012
Parálisis de sueño.
Son las cinco de la mañana, y un dolor de cabeza me aturde la vida. Es por estas cosas que no confío en mi, siempre me sorprendo con un nuevo miedo, y aunque lo intente me resulta imposible no pensar en mis imposibles. Todo parecía andar bien hasta que un día empece a sentirme insatisfecha, incompleta y lo que es peor vacía. Empece a sentir que lo que me daban ya no era suficiente, y que lo que yo daba ya no tenia importancia. Empece a quererme menos, a valorar poco. Deje de creer en mis suenos porque me da miedo vivirlos. Descubrí que no soy perfecta, que los demás tampoco lo son, y que exigirles a los demás la perfección era el acto mas egoista de toda mi vida. Mientras que exigirme a mi misma la perfección era la gran condena y lo sigue siendo muchas veces. Todavía hay días en los que me pregunto mirando al cielo, porque soy así. Porque siempre tengo que ser tan realista y dura a la vez, tan miedosa y poco tolerable, tan egoísta y tan culpable a la vez, porque tan así, tan yo y nunca tan otro. Cual es el fin de todo esto, tengo virtudes pero no se usarlas a mi favor en estos casos. Tal vez en lo que a mi respecta soy mas negativa de lo que creí, y siempre veo el vaso vacío. Porque soy así conmigo y con los demás soy la positividad en persona. Solo puedo ser luz en la vida de los demás, pero en la mía solo encuentro oscuridad. Simplemente quiero encontrar ese punto en el cual uno es completamente feliz porque sabe que se esta encaminando hacia su destino, hacia su proyecto, hacia lo que pensó dios para su vida. y siento que cada vez me cuesta mas y que cada vez estoy mas lejos. Se que cada lágrima en su momento valdrá la pena, es solo que ya no tengo ganas de llorar. Ni de pensar, ni de nada. Solo quiero un poco de paz.
Una súplica de ayuda.
Quería que me perdones porque no se quererme. Que no me juzgues porque no se caminar. Quería que me entendieras y poder entender. Quería encontrar mi lugar. Quería ser libre, y amar sin que amen. Quería aprender a vivir. Y hoy siento que no aprendí nada, que todo lo que hago es cometer los mismos errores una y otra vez. Es un circulo vicioso, pero por favor no te olvides. Que confió con todo lo que soy en vos, y siempre lo voy a hacer. Que espero lo imposible y mas porque no tengo otra alternativa. Que lo poco que soy te lo debo, y que al fin y al cabo quien soy yo para juzgarme, si vos tampoco lo haces.
Todas las noches pienso en cambiar mi actitud, y ya no puedo. Ya no quiero intentar más. Ya no tengo fuerzas. Tal vez llegue a mi limite, y de acá en más todo te pertenece a vos. Hace tiempo entendí que no puedo sola, hace tiempo entendí que te necesito. Y que no está mal ser dependiente, si se depende por amor. Por eso te pido que cambies mis lagrimas por sonrisas, que obres en lo que yo no puedo creer, y que llenes mi vida con tus intenciones. Porque tu querer es el mio, necesito de tu querer.
EL CUENTO DE LAS HERRAMIENTAS
En un pequeño pueblo, existía una diminuta carpintería famosa por los muebeles que allí se fabricaban. Cierto día las herramientas decidieron reunirse en asamblea para dirimir sus diferencias. Una vez estuvieron todas reunidas, el martillo, en su calidad de presidente tomó la palabra.
-Queridos compañerros, ya estamos constituidos en asamblea. ¿Cuál es el problema?.
-Tienes que dimitir- exclamaron muchas voces.
-¿Cuál es la razón? – inquirió el martillo. -¡Haces demasiado ruido!- se oyó al fondo de la sala, al tiempo que las demás afirmaban con sus gestos. -Además -agregó otra herramienta-, te pasas el día golpeando todo.
El martillo se sintió triste y frustrado. _Está bien, me iré si eso es lo que quereis. ¿Quién se propone como presidente?.
-Yo, se autoproclamó el tornillo -De eso nada -gritaron varias herramientas-.Sólo sirves si das muchas vueltas y eso nos retrasa todo.
-Seré yo -exclamó la lija- -¡Jamás!-protesto la mayoría-. Eres muy aspera y siempre tienes fricciones con los demás.
-¡Yo seré el próximo presidente! -anuncio el metro. -De ninguna manera, te pasas el día midiendo a los demás como si tus medidas fueran las únicas válidas – dijo una pequeña herramienta.
En esa discusión estaban enfrascados cuando entró el carpintero y se puso a trabajar. Utilizó todas y cada una de las herramientas en el momento oportuno. Después de unas horas de trabajo, los trozos de madera apilados en el suelo fueron convertidos en un precioso mueble listo para entregar al cliente. El carpintero se levanto, observo el mueble y sonrió al ver lo bien que había quedado. Se quitó el delantal de trabajo y salió de la carpintería.
De inmediato la Asamblea volvió a reunirse y el alicate tomo la palabra: “Queridos compañeros, es evidente que todos tenemos defectos pero acabamos de ver que nuestras cualidades hacen posible que se puedan hacer muebles tan maravillosos como éste”. Las herramientas se miraron unas a otras sin decir nada y el alicate continuo: “son nuestras cualidades y no nuestros defectos las que nos hacen valiosas. El martillo es fuerte y eso nos hace unir muchas piezas. El tornillo también une y da fuerza allí donde no actua el martillo. La lija lima aquello que es áspero y pule la superficie. El metro es preciso y exacto, nos permite no equivocar las medidas que nos han encargado. Y así podría continuar con cada una de vosotras.
Después de aquellas palabras todas las herramientas se dieron cuenta que sólo el trabajo en equipo les hacia realmente útiles y que debían de fijarse en las virtudes de cada una para conseguir el éxito.
-Queridos compañerros, ya estamos constituidos en asamblea. ¿Cuál es el problema?.
-Tienes que dimitir- exclamaron muchas voces.
-¿Cuál es la razón? – inquirió el martillo. -¡Haces demasiado ruido!- se oyó al fondo de la sala, al tiempo que las demás afirmaban con sus gestos. -Además -agregó otra herramienta-, te pasas el día golpeando todo.
El martillo se sintió triste y frustrado. _Está bien, me iré si eso es lo que quereis. ¿Quién se propone como presidente?.
-Yo, se autoproclamó el tornillo -De eso nada -gritaron varias herramientas-.Sólo sirves si das muchas vueltas y eso nos retrasa todo.
-Seré yo -exclamó la lija- -¡Jamás!-protesto la mayoría-. Eres muy aspera y siempre tienes fricciones con los demás.
-¡Yo seré el próximo presidente! -anuncio el metro. -De ninguna manera, te pasas el día midiendo a los demás como si tus medidas fueran las únicas válidas – dijo una pequeña herramienta.
En esa discusión estaban enfrascados cuando entró el carpintero y se puso a trabajar. Utilizó todas y cada una de las herramientas en el momento oportuno. Después de unas horas de trabajo, los trozos de madera apilados en el suelo fueron convertidos en un precioso mueble listo para entregar al cliente. El carpintero se levanto, observo el mueble y sonrió al ver lo bien que había quedado. Se quitó el delantal de trabajo y salió de la carpintería.
De inmediato la Asamblea volvió a reunirse y el alicate tomo la palabra: “Queridos compañeros, es evidente que todos tenemos defectos pero acabamos de ver que nuestras cualidades hacen posible que se puedan hacer muebles tan maravillosos como éste”. Las herramientas se miraron unas a otras sin decir nada y el alicate continuo: “son nuestras cualidades y no nuestros defectos las que nos hacen valiosas. El martillo es fuerte y eso nos hace unir muchas piezas. El tornillo también une y da fuerza allí donde no actua el martillo. La lija lima aquello que es áspero y pule la superficie. El metro es preciso y exacto, nos permite no equivocar las medidas que nos han encargado. Y así podría continuar con cada una de vosotras.
Después de aquellas palabras todas las herramientas se dieron cuenta que sólo el trabajo en equipo les hacia realmente útiles y que debían de fijarse en las virtudes de cada una para conseguir el éxito.
EL GUERRERO SAMURAI
Cerca de Tokio vivía un gran samurai ya anciano, que se dedicaba a enseñar a los jóvenes. A pesar de su edad, corría la leyenda de que todavía era capaz de derrotar a cualquier adversario. Cierta tarde, un guerrero conocido por su total falta de escrúpulos, apareció por allí.
Era famoso por utilizar la técnica de la provocación. Esperaba a que su adversario hiciera el primer
movimiento y, dotado de una inteligencia privilegiada para reparar en los errores cometidos, contraatacaba con velocidad fulminante.
El joven e impaciente guerrero jamás había perdido una lucha. Con la reputación del samurai, se fue hasta allí para derrotarlo y aumentar su fama. Todos los estudiantes se manifestaron en contra de la idea, pero el viejo aceptó el desafío. Todos juntos se dirigieron a la plaza de la ciudad y el joven comenzaba a insultar al anciano maestro. Arrojó algunas piedras en su dirección, le escupió en la cara, le gritó todos los insultos conocidos, ofendiendo incluso a sus ancestros. Durante horas hizo todo por provocarlo, pero el viejo permaneció impasible. Al final de la tarde, sintiéndose ya exhausto y humillado, el impetuoso guerrero se retiró.
Desilusionados por el hecho de que el maestro aceptara tantos insultos y provocaciones, los alumnos le preguntaron:
-¿Cómo pudiste, maestro, soportar tanta indignidad? ¿Por qué no usaste tu espada, aún sabiendo que podías perder la lucha, en vez de mostrarte cobarde delante de todos nosotros?
El maestro les preguntó:
-Si alguien llega hasta ustedes con un regalo y ustedes no lo aceptan, ¿a quién pertenece el obsequio?
-A quien intentó entregarlo, respondió uno de los alumnos.
Lo mismo vale para la envidia, la rabia y los insultos.
-Dijo el maestro, cuando no se aceptan, continúan perteneciendo a quien los llevaba consigo.
15 de noviembre de 2012
"Don't let anyone, or any rejection, keep you from what you want."
Lo que se siente, es que nadie entiende, que a él le da lo mismo estés o no, que sos una estúpida que no se mueve del lugar nunca, que todos avanzan y vos no, que nadie te dice lo que querés escuchar, que tu vida es un aburrimiento eterno, que hagas lo que hagas él está en otra, que no te piensa, que no te quiere como vos lo querés a él.
Yo hace meses que estaba igual, que quería irme del mundo para sólo ver si él era capaz de darse cuenta que yo seguía acá. Pero pasaron meses, y aunque lo extraño, pienso más en mí, en que quiero, en que no. "Lo que quiero es a él", es lo que diría hace unos meses, y quizá ahora también, pero por lo menos, sé que pondría otras prioridades.
Es difícil olvidar, es imposible, tal vez, pero estas a un paso de cambiar tus días, estas a un paso de mejorar lo que sentís, quien sos. Sos fuerte, es cuestión de proponerse algo, de salir adelante con o sin él. Nadie sabe como empezar, como terminar, simplemente se da. Hay que tenerse fe, no hay que dejar, que lo que los demás puedan decir, influya en lo que realmente querés, en lo que te hace bien. A vos como persona no te falta nada, simplemente el empujón para seguir. Proponete no cambiar por él, cambiar por vos, buscar nuevas cosas, salir a ver que pasa afuera, proponete hacerte feliz. Porque no hay mal que por bien no venga. Si él tiene que estar con vos, va a estar tarde o temprano, pero no dejes que sea lo único por lo que estas de pie. Deja entrar lo nuevo, dejate llevar a lo que te hace bien, por vos.
Yo hace meses que estaba igual, que quería irme del mundo para sólo ver si él era capaz de darse cuenta que yo seguía acá. Pero pasaron meses, y aunque lo extraño, pienso más en mí, en que quiero, en que no. "Lo que quiero es a él", es lo que diría hace unos meses, y quizá ahora también, pero por lo menos, sé que pondría otras prioridades.
Es difícil olvidar, es imposible, tal vez, pero estas a un paso de cambiar tus días, estas a un paso de mejorar lo que sentís, quien sos. Sos fuerte, es cuestión de proponerse algo, de salir adelante con o sin él. Nadie sabe como empezar, como terminar, simplemente se da. Hay que tenerse fe, no hay que dejar, que lo que los demás puedan decir, influya en lo que realmente querés, en lo que te hace bien. A vos como persona no te falta nada, simplemente el empujón para seguir. Proponete no cambiar por él, cambiar por vos, buscar nuevas cosas, salir a ver que pasa afuera, proponete hacerte feliz. Porque no hay mal que por bien no venga. Si él tiene que estar con vos, va a estar tarde o temprano, pero no dejes que sea lo único por lo que estas de pie. Deja entrar lo nuevo, dejate llevar a lo que te hace bien, por vos.
Lo que hay que aprender que para sanar una herida...
Hay que dejar de tocarla
Un día el 'Odio' convocó a una reunión urgente con todos los demás sentimientos negros del mundo.
Cuando llegaron todos habló el Odio y dijo: “los he reunido aquí a todos porque deseo con todas mis fuerzas matar a alguien.
Los demás sentimientos no se extrañaron mucho, pues era el Odio que estaba hablando, sin embargo, todos se preguntaban entre sí quién sería tan difícil de matar para que el Odio
los necesitara a todos...
Dijo: Quiero que maten al "Amor".
El Odio mandó al mal carácter, los celos y a la ambición,pero el amor los vencía.
El Odio siguió en su lucha enviando a sus más hirientes compañeros, envío a la Frialdad, al egoísmo, a las Mentiras, La rutina, La Indiferencia, la Pobreza, La Enfermedad y a muchos otros que fracasaron siempre.
El odio ya estaba convencido que el amor era invencible y dijo a los demás: "Nada que hacer, el Amor ha soportado todo, no lo lograremos jamás".
De pronto se levantó un sentimiento poco conocido, que vestía todo de negro y con un sombrero gigante, su aspecto era fúnebre como el de la muerte. Dijo: "Yo mataré al Amor" con seguridad. Y se fue.
Después de poco tiempo, el Odio llamó a todos los malos sentimientos para comunicarles, después de mucho esperar, por fin "EL AMOR HABÍA MUERTO". Todos estaban felices.
Entonces el sentimiento del sombrero negro habló: "Ahí les entrego el Amor totalmente muerto y destrozado".
"Espera", dijo el Odio . En tan poco tiempo lo eliminaste por completo y no hizo el menor esfuerzo para vivir, ¿quién eres?
El sentimiento levantó por primera vez su horrible rostro y dijo:
"SOY EL ORGULLO".
Cuando llegaron todos habló el Odio y dijo: “los he reunido aquí a todos porque deseo con todas mis fuerzas matar a alguien.
Los demás sentimientos no se extrañaron mucho, pues era el Odio que estaba hablando, sin embargo, todos se preguntaban entre sí quién sería tan difícil de matar para que el Odio
los necesitara a todos...
Dijo: Quiero que maten al "Amor".
El Odio mandó al mal carácter, los celos y a la ambición,pero el amor los vencía.
El Odio siguió en su lucha enviando a sus más hirientes compañeros, envío a la Frialdad, al egoísmo, a las Mentiras, La rutina, La Indiferencia, la Pobreza, La Enfermedad y a muchos otros que fracasaron siempre.
El odio ya estaba convencido que el amor era invencible y dijo a los demás: "Nada que hacer, el Amor ha soportado todo, no lo lograremos jamás".
De pronto se levantó un sentimiento poco conocido, que vestía todo de negro y con un sombrero gigante, su aspecto era fúnebre como el de la muerte. Dijo: "Yo mataré al Amor" con seguridad. Y se fue.
Después de poco tiempo, el Odio llamó a todos los malos sentimientos para comunicarles, después de mucho esperar, por fin "EL AMOR HABÍA MUERTO". Todos estaban felices.
Entonces el sentimiento del sombrero negro habló: "Ahí les entrego el Amor totalmente muerto y destrozado".
"Espera", dijo el Odio . En tan poco tiempo lo eliminaste por completo y no hizo el menor esfuerzo para vivir, ¿quién eres?
El sentimiento levantó por primera vez su horrible rostro y dijo:
"SOY EL ORGULLO".
Suscribirse a:
Entradas (Atom)